Cuando hacemos nuestra publicidad ya sea impresa o en forma digital, buscamos siempre un poco de retro-alimentación, así que corremos con familiares y amigos a pedir opinión, les mostramos el logotipo, el tríptico o el diseño de nuestra página web, esperando oír todo aquello que nos ayude a mejorar y poder llegar al corazón de nuestros clientes. Y las preguntas que hacemos normalmente es: ¿Qué opinas de esto?,  ¿Qué te parece esto?, ¿te gusta esto? Y todas las respuestas a estas preguntas la verdad no nos llevara a nada real, no obtendremos lo que  buscamos y no porque ellos mientan  o no quieran ayudarnos, sino porque la pregunta no es la correcta.

Si preguntamos a alguien de esta manera, nos contestara  muy racional y lógico, buscando en todo momento que su respuesta suene inteligente y dando su punto de vista. Esto no te sirve, ya que debemos buscar lo que representa a nuestro target y no al opinión de una persona en particular.

Imagínense si la pregunta es a nuestra madre, de seguro todo estará perfecto y hermosos, ¡claro somos su hijo consentido!

¿Pero cómo podemos obtener la información que necesitamos aun preguntándole a nuestra madre?

Muy fácil, solo debemos preguntar: ¿Qué te hace sentir cuando vez mi logo? ó mi diseño ó mi publicidad. Cuando nos enfocamos en las emociones y no en la lógica, nuestro cerebro se relaja y deja fluir la información  que nosotros necesitamos, ya que todos compramos por emociones y no con razones en la mayoría de los casos. Por eso con una pregunta de este tipo sabrás de una manera general que siente tu posible cliente al ver tu producto o marca y si vas por el camino correcto. Claro está que esto no es un estudio de mercado pero es un buen comienzo,  y si te apoyas en las redes sociales puedes generar un número interesante de comentarios que te ayudaran a formarte una idea mas clara.

Aquí te dejo uno ejemplo: