Hoy regresamos con el segundo pilar y con su único ingrediente que es: RESPONSABILIDAD.

De seguro dirás pero claro que yo soy responsable, yo cumplo con ir a mi trabajo o la escuela y hago todo con gran responsabilidad, sin embargo cuando hablamos de este pilar nos referimos a algo aún más profundo, a todo eso que por miedo al fracaso, al reclamo a que nos juzguen y mas, preferimos evadir la responsabilidad y culpamos al primero que se nos atraviese enfrente, político, cosa, dinero, relación, religión, etc; por ejemplo:

Si intentas reparar algo y la herramienta no es la adecuada y te lastimas, seguro dirás, !#”$%$#&; esta herramienta es la culpable de que me lastime, sé que puedes pensar eso es muy tonto, eso no es responsabilidad, pero esta surge en todo lo que hacemos desde lo más simple hasta lo más complejo,.

Puede ser tener una relación conflictiva con un jefe, un socio, un hermano, un amiga, una pareja, etc. Seguro siempre culpamos a la otra persona y no te digo que igual si puede ser que la otra persona no sea la más linda del planeta, pero en el momento que entendemos que la responsabilidad es nuestra, en ese instante tomamos acción y hacemos algo para resolverlo de una forma positiva.

Otro ejemplo muy claro de nuestra falta de responsabilidad al 100% es cuando culpamos al dinero de todo, si llego la quincena y se nos terminó el dinero antes de tiempo, lo primero que decimos es, el dinero no rinde en estos días, todo lo venden muy caro; pero si tomamos responsabilidad veremos que gastamos de más y que no es culpa del dinero. Si nos ponemos a buscar de seguro encontraremos un sinfín de ejemplos de cómo no asumimos el control de nuestras vidas y preferimos evadir la responsabilidad.